La Virgen de la Encarnación es una advocación mariana venerada en la Iglesia Católica que representa a la Virgen María en el momento de la Encarnación. Asimismo, el origen de la veneración a la advocación de la encarnación es muy antiguo, ya que es unos de los primeros dogmas de la Iglesia Católica.
Si deseas conocer más sobre esta Virgen, cómo es su historia y cómo puedes realizar la novena, ¡te invitamos a que leas este artículo!, a continuación, en los siguientes párrafos explicaremos quién fue la Virgen de la Encarnación y cuáles son las figuras y profecías relacionadas a esta advocación.
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¿Quién fue la Virgen de la Encarnación?
Como mencionamos con anterioridad, la Virgen de la Encarnación es una advocación mariana. En la Solemnidad de la Anunciación, según la doctrina católica en la Anunciación el Ángel Arcángel Gabriel le informa a la Virgen María que dará a luz a un hijo por obra del Espíritu Santo. En ese momento, sucede la encarnación, esto proviene de: El verbo de Dios se hace carne.
Desde entonces la Iglesia Católica celebra este acontecimiento 9 meses antes de la solemnidad de la navidad. Es decir, el día 25 de marzo.
Historia
Ciertamente, esta advocación mariana se conoce como uno de los primeros dogmas de la Iglesia debido a que se encuentra íntimamente relacionado a la doble naturaleza humana y divina de Jesucristo, por lo tanto, esto es declarado por los Padres de la Iglesia en el Credo Niceno-constantinopolitano promulgado en el año 381.
Asimismo, son tantas las advocaciones y conmemoraciones que, debido a esto, la Iglesia no dispone del tiempo suficiente para ordenar las fechas por orden lógico y cronológico. En el caso de esta advocación, si cuenta con una fecha específica.
Incluso, si se toma en cuenta la diferencia que existe entre el veinticinco de marzo, (día de la encarnación) y el veinticinco de diciembre, (día del nacimiento de Jesús), se puede observar que han transcurrido exactamente nueve meses.
Es María a quien Dios desde la eternidad escogió para que por obra y Gracia del Espíritu Santo concibiera al Señor hecho hombre, en este caso, Jesús, segunda persona de la Santísima Trinidad. Entonces, la Virgen le dice sí a Dios y en ese momento se encarna en el seno de María.
El mundo no iba a tener un Salvador hasta que la Virgen hubiese dado su consentimiento a la propuesta del ángel. Asimismo, lo dio y en ese momento, el misterio de amor y misericordia prometido al género humano miles de años atrás, predicho por tantos profetas, deseado por tantos santos, se realizó sobre la tierra.
Desde entonces, numerosas ciudades identifican a esta advocación como su patrona, y muchas iglesias y templos están consagrados a su nombre, como por ejemplo, en España y Latinoamérica.
¿Qué es y Cómo se Hace la Caminata de la Virgen?
Ahora bien, la caminata de la encarnación es un ritual religioso que se realiza recitando una oración en el transcurso de 9 meses. En esta caminata, te encomiendas a la Virgen de la Encarnación y al finalizar este tiempo, te concederá tres deseos, llamados también «las tres gracias».
Es decir, cualquier persona que sea creyente, puede participar en esta devoción mariana que lleva por nombre «la caminata de la encarnación». En la cual, nos dirigimos diariamente a Nuestra Señora de la Encarnación, durante los nueve meses que llevo a Jesús en su seno.
Claramente, son nueve meses en los que se debe hacer esta oración diariamente. Durante esta devoción cada caminante acostumbra a pedir a la Santísima Virgen que le conceda las tres gracias que son especiales.
Asimismo, a través de esta oración honramos, alabamos y agradecemos la encarnación y la estancia de Jesús en el puro y santísimo seno de María. De igual forma, veneramos a la santísima Virgen, Arca de la Nueva Alianza. Ya que en ella se albergó durante nueve meses la Palabra Eterna y la Nueva Alianza de Dios con su Nuevo Pueblo: la Iglesia.
De igual forma, al realizar este ritual, se aprovecha la oportunidad de rezar a Dios para pedir por el respeto hacia la vida humana, especialmente a la no nacida y más ayuda para las madres que enfrentan situaciones difíciles durante sus embarazos.
Es importante mencionar que no existe una sola oración para la Caminata de la Encarnación. Es decir, cada creyente la personaliza mientras la realiza. Sin embargo, existen algunas oraciones determinadas que puedes utilizar para que durante los nueve meses puedas conseguir los tres deseos que anhelas que la Virgen te conceda.
Novena
Ahora bien, en la última Caminata de la Encarnación, debes asegurarte de entregar todo tu ser a la Virgen de la Encarnación. Para ello, debes recitar una oración y entregar tu vida y alma a la Virgen y así podrás finalizar la caminata.
Ahora bien, la novena se conoce como un ejercicio de devoción que se practica durante nueve días para obtener alguna gracia o pedir por una determinada intención. Esto puede estar dirigido a Cristo mismo en alguna advocación, o a algún santo canonizado. En este caso, la novena sería para la Virgen de la Encarnación y así pedir por su intercesión y que nos conceda las tres gracias.
La novena puede realizarse durante nueve días consecutivos o nueve veces un día de la semana determinado. Por lo tanto, la Caminata de la Encarnación es exactamente igual a realizar una novena.
Esta caminata, es conocida porque al culminarlo recibes una gran recompensa: tres milagros. La Virgen de la Encarnación te concederá lo que tu corazón realmente anhela. De esta manera, estos son algunos de los milagros que la Virgen ha concedido a los fieles creyentes.
- Sanar de una enfermedad mortal, cualquier enfermedad.
- Dificultades económicas.
- Reconciliación con personas importantes.
- Situaciones amorosas.
Asimismo, hay novenas conocidas que se rezan en momentos específicos como la novena que se reza al Sagrado Corazón de Jesús que se hace los primeros 9 viernes de mes. En el caso de la Virgen de la Encarnación, inicia el 25 de marzo y finaliza el 25 de diciembre.
Por otra parte, si deseas conocer un poco más sobre el misterio de la Encarnación y su concepto en la Iglesia Católica, te invitamos a que ingreses al siguiente enlace. Allí encontrarás información relevante sobre este tema, solo debes hacer clic aquí.
¿Qué es la Encarnación en la Iglesia Católica?
Para los creyentes de la religión católica existen muchos misterios sobre la vida de nuestro Señor Jesucristo y muchos de nosotros aún no comprendemos del todo. No obstante, la Iglesia Católica siempre ha defendido el dogma de la Encarnación, sobre todo en el siglo III donde afirmó frente a Pablo Samosata que: «Jesucristo es Hijo de Dios por naturaleza y no por adopción».
En este sentido sabemos que, Jesús vino al mundo en condición de hombre para pagar por nuestros pecados y poder mostrarnos la verdad, el camino y la luz y así estar en comunión con el Padre a través de él.
Por otra parte, la encarnación deriva del latín «incarnatio». Y, para los cristianos es el momento en el que el Verbo de Dios (Dios Hijo), se encarnó en Jesucristo, por el poder del Espíritu Santo, asumiendo la naturaleza humana en obediencia a Dios Padre, para reconciliar a la humanidad perdida por el pecado.
De igual forma, el Catecismo de la Iglesia Católica establece que la Iglesia se refiere a «Encarnación», al hecho de que el Hijo de Dios haya asumido una naturaleza humana para llevar a cabo nuestra salvación. Reconociendo que, el Hijo de Dios Todopoderoso, vino a habitar con los hombres.
Tal y como lo afirma el Catecismo de la Iglesia Católica: «El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios».
Entonces, la encarnación se conoce como la demostración del amor de Dios hacia la humanidad entera. Por esta razón, es la segunda persona de la Santísima Trinidad (Dios), que participa en forma de naturaleza humana en una sola.
Figuras y Profecías de la Encarnación
La asunción de la naturaleza humana de Cristo por la Persona del Verbo es obra de las tres Personas divinas. Es decir, la Encarnación de Dios es la Encarnación del Hijo, no del Padre, ni del Espíritu Santo. Sin embargo, este misterio fue una obra de toda la Trinidad.
Por ello, en la Sagrada Escritura a veces se atribuye a Dios Padre (Hb 10, 5; Ga 4, 4), o al Hijo mismo (Flp 2, 7), o al Espíritu Santo (Lc 1, 35; Mt 1, 20).
Ahora, tras el pecado original y la promesa del Redentor, Dios mismo estableció una Alianza con los hombres: con Noé tras del diluvio y después sobre todo con Abraham, a quien prometió una gran descendencia y hacer de ella un gran pueblo. La Alianza se renovó después con Isaac y con Jacob. En el Antiguo Testamento, la Alianza alcanza su expresión más completa con Moisés.
Por otra parte, las principales figuras del Redentor en el Antiguo Testamento son el inocente Abel, el sumo sacerdote Melquisedec, el sacrificio de Isaac, José vendido por sus hermanos, el cordero pascual, la serpiente de bronce levantada por Moisés en el desierto y el profeta Jonás.
¡Gracias por leernos!, esperamos haber brindado información relevante sobre la Virgen de la Encarnación.
