En el año 1636 el Señor, le hizo a Santa Margarita de Alacoque una promesa, en la que ella le podía pedir todo lo que quisiera, siempre y cuando, fuera por los méritos de infancia y su oración seria escuchada por el Señor.
En este articulo le haremos saber un poco sobre Santa Margarita de Alacoque, quién fue, cuáles son sus frases, cuáles fueron las tres armas para su lucha, las revelaciones del corazón de Jesús y mucho más ¡Siga leyendo, este información será interesante!
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¿Quién Fue Santa Margarita de Alacoque?
Santa Margarita de Alacoque, fue una monja católica francesa que perteneció a la Orden de la Visitación de Santa María. Fue conocida por haber recibido las famosas apariciones del Sagrado Corazón de Jesús que ocurrieron donde hoy se encuentra la Basílica del Sagrado Corazón.
Santa Margarita de Alacoque, nació el 22 de julio del año 1647 en Lauthecourt. Era hija de Claudio Alacoque. Tres días después de su nacimiento, recibió el bautismo en la Iglesia Parroquial. Su padre murió en diciembre del año 1655.
Las hermanas Clarisas se encargaron de su educación. Sanó milagrosamente de una terrible crisis de reumatismo que la postró cuatro años en cama, lo que ella atribuyó a la Virgen María. Dijo que la Santisima tuvo siempre un gran cuidado hacía ella.
Después de muchas dificultades para convencer a sus familiares de su convicción a formar parte de la famosa Orden de las Visitandinas, por fin logró lo que ella tanto deseaba. Entrar al monasterio de la Visitación de Paray-le-Monial en el año 1671.
El 27 de diciembre de 1673, en la festividad de san Juan Evangelista, Santa Margarita de Alacoque, que tenía 25 años, estaba en adoración ante el Santísimo Sacramento. En ese momento tuvo la primera de sus visiones de Jesucristo, que se repetirían durante dos años más, todos los primeros viernes de mes.
Según el testimonio de Margarita, el mencionado Corazón estaba rodeado de llamas, coronado de espinas, con una herida abierta de la cual brotaba sangre y del interior emergía una cruz. Después de dicha visión, Margarita destacó entre sus hermanas por su fervor ante el Santísimo Sacramento y obediencia en todo lo requerido de su persona, cumpliendo fielmente sus obligaciones.
Santa Margarita de Alacoque falleció el 17 de octubre de 1690 en Paray – Ley – Monial. Fue beatificada en 1864 y luego fue canonizada en el año 1920. Su festividad suele celebrarse el 17 de octubre.
Frases
Santa Margarita de Alacoque, fue la quinta de siete hijos de un notario acomodado. A los cuatro años Margarita decidió hacer una promesa al Señor. Actualmente, en el mundo se manejan seis frases muy conocidas de Santa Margarita. A continuación, le haremos saber cuales son.
- “Por encima de todo, conservad la paz del corazón, que es el mayor tesoro.”
- “Siempre que os suceda algo penoso, aflictivo, injurioso, decíos a vosotros mismos: «Acepta lo que te manda el sagrado Corazón de Jesucristo para unirte a sí».”
- “Orad así: «Dios mío, hago o sufro tal cosa en el Corazón de Hijo y según sus santos designios, y os lo ofrezco en reparación de todo lo malo o imperfecto que hay en mis obras»”
- “El sagrado Corazón, en efecto, es una fuente inagotable, que no desea otra cosa que derramarse en el corazón de los humildes, para que estén libres y dispuestos a gastar la propia vida según su beneplácito.”
Otra de las frases más conocidas de Santa Margarita es “Este corazón divino es un abismo de todos los bienes. En el que todos los pobres necesitan sumergir sus indigencias: es un abismo de gozo, en el que hay que sumergir todas nuestras tristezas.
Es un abismo de humildad contra nuestra ineptitud.es un abismo de misericordia para los desdichados y es un abismo de amor, en el que debe ser sumergida toda nuestra indigencia.”
“De este divino corazón manan sin cesar tres arroyos. El primero es el de la misericordia para con los pecadores, sobre los cuales vierte el espíritu de contrición y de penitencia. El segundo es el de la caridad. En provecho de todos los aquejados por cualquier necesidad y, principalmente, de los que aspiran a la perfección, para que encuentren la ayuda necesaria para superar sus dificultades.
Del tercer arroyo manan el amor y la luz para sus amigos ya perfectos, a los que quiere unir consigo para comunicarles su sabiduría y sus preceptos, a fin de que ellos a su vez, cada cual a su manera, se entreguen totalmente a promover su gloria.”
Las Tres Armas para la Lucha
Santa Margarita de Alacoque en su momento, recibió del Señor tres armas necesarias para la lucha que debía y tenía que emprender para poder lograr la purificación y transformación. A continuación, le indicaremos cuales son estas armas.
- La primera arma: Una conciencia delicada.
El Señor una vez le dijo a Margarita, que era preciso andar en su presencia con simplicidad de corazón en intención recta y pura. Asimismo, le daría exceso de amor y motivado a esto sería su maestro para enseñarla y formarla a su manera.
- La segunda arma: La santa obediencia.
Lo que más severamente le reprendía Jesús a Margarita eran sus faltas en la obediencia, ya sea a sus superiores o a su regla. La menor réplica a los superiores con señales de incomodidad o repugnancia le es insoportable al Señor en un alma religiosa.
- La tercera arma: Su Santa Cruz.
La Cruz es el más precioso de todos sus regalos. Un día después que ella recibió la comunión, se hizo presente ante los ojos de ella una gran cruz, cuya extremidad no podía ver; estaba la cruz toda cubierta de flores.
Era de esta forma intensa y purificadora que el Señor obraba sus designios en el corazón de Margarita. El, para desatar cada vez más de su alma el afecto a las cosas de esta tierra y sobre todo a sí misma, quiso permitir que viniesen sobre ella continuas humillaciones y desprecios. Pero no dejaba por ello el Señor de suplirle todas la gracias necesarias.
Al día siguiente de su profesión destinaron a Margarita a la enfermería, como auxiliar de la enfermera, Sor Catalina Marest, excelente religiosa, aunque de temperamento activo, diligente y eficiente. Margarita en cambio era callada, lenta y juiciosa.
Revelaciones del Corazón de Jesús
Una de las primeras revelaciones fue el 27 de diciembre del 1673, día de San Juan el Apóstol. Santa Margarita de Alacoque tenía solo 14 meses de profesa y 26 años de edad. Estaba como de costumbre arrodillada ante el Señor en el Santísimo Sacramento expuesto en la capilla.
Era el momento de la primera gran revelación del Señor, Maria Margarita dijo:
«Estando yo delante del Santísimo Sacramento me encontré toda penetrada por Su divina presencia. El Señor me hizo reposar por muy largo tiempo sobre su pecho divino, en el cual me descubrió todas las maravillas de su amor y los secretos inexplicables de su Corazón Sagrado».
Dos o tres meses después se produjo la segunda gran revelación. Margarita, escribió «El divino Corazón se me presentó en un trono de llamas, más brillante que el sol, y transparente como el cristal, con la llaga adorable, rodeado de una corona de espinas y significando las punzadas producidas por nuestros pecados, y una cruz en la parte superior».
En esta segunda gran revelación, Nuestro Señor empezó a descubrir sus intenciones y formular sus promesas. La imagen del Sagrado Corazón de Cristo es el símbolo de su ardiente amor hacia nosotros, el cual había entregado sin condiciones, y el Señor quería que esta imagen se expusiese en las casas o llevarse sobre el pecho en forma de Medalla.
Un viernes de junio, Margarita tuvo la tercera gran revelación. Entonces Jesús le explicó las maravillas de su puro amor y hasta que exceso había llegado su amor para con los hombres de quienes no recibía sino ingratitudes.
Máximas de Santa Margarita
Una máxima, es una frase de origen popular o culto repetidamente de forma invariable en la cual se debe expresar un pensamiento moral, un consejo o enseñanza. A continuación, le haremos saber algunas máximas de Santa Margarita:
- «Dios es mi todo, y todo, fuera de El, es nada para mí».
- «El Corazón de Jesús tanto cuidado tendrá de vosotros cuanto os confiéis y abandonéis a El».
- «Cuando no miramos más que a Dios, ni buscamos otra cosa que su divina gloria, no hay nada que temer».
- «En la voluntad de Dios encuentra su paz nuestro corazón y el alma su alegría y su descanso».
- «Todas las más amargas amarguras no son más que dulzura en este adorable Corazón, donde todo se trueca en amor».
- «Es preciso darlo todo para tenerlo todo; el amor divino no sufre mezcla de cosa alguna».
- «Las cruces, desprecios, dolores y aflicciones son los verdaderos tesoros de los amantes de Jesucristo crucificado».
- «El mayor bien que podemos tener en esta vida es la conformidad con Jesucristo en sus padecimientos».
Muerte
En contra de su voluntad, Santa Margarita de Alacoque fue asignada como maestra de novicias y asistente a la superiora. Esto fue parte del plan del Señor para que por fin pudiese empezar a abrazar la devoción del Sagrado Corazón de Jesús.
Sin embargo, Margarita nunca llegó a ver durante su vida en la tierra el pleno reconocimiento de esta devoción. En la tarde del 17 de octubre del 1690, Margarita indicó previamente la fecha del día de su muerte y encomendó su alma al señor, quien ella había amado con todo su corazón. Murió entre las 7:00 y 8:00 pm.
Tenía 43 años de edad y 18 años de profesión religiosa. Pasaron tres años después de su muerte cuando el Papa Inocencio XIII empezó un movimiento que abriría las puertas de esta devoción. Pasaron solamente tres años después de su muerte cuando el Papa Inocencio XIII empezó un movimiento que abriría las puertas a esta devoción.
Proclamó una bula papal dando indulgencias a todos los monasterios Visitantinos, que resultó en la institución de la fiesta del Sagrado Corazón en la mayoría de los conventos. Finalmente, en 1920, Margarita fue elevada a los altares por el Papa Benedicto XV.
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