Hoy venimos a hablarte de un tema muy importante para ti: Sanidad. De entrada, debes saber que se trata de todo proceso que llevamos a cabo para mantenernos saludables y en otros de recuperar la salud
Es un concepto amplio, en donde debes considerar tu plenitud física, mental y espiritual. Es tu búsqueda de curación de la enfermedad y la restauración a la vida plena. Y esto incluye tu espíritu.
Te invitamos a seguir leyendo para que consigas regocijo del alma. ¡Aquí te acompañaremos!
Tabla de Contenidos
Significado de Sanidad Según la Biblia
No queremos que te quedes con una sola manera de entender qué es Sanidad. Pues no tiene que ver solo con la ausencia de enfermedad del cuerpo. Somos más que materia. Por eso te dejaremos algunas interpretaciones que puedes conseguir sobre la salud y la enfermedad en la Biblia.
Debes saber que todo parte de la revelación de Dios sobre la naturaleza del bien y del mal y lo que esto significa para nuestra vida.
Ya en el Antiguo Testamento existen varias palabras que significan «salud» o «saludable». En la lectura bíblica la conseguirás como un estado de existencia expresado en términos de vigor y vida plena.
Cuando leas el término Shalom debes saber que es una palabra que expresa la plenitud de vida e integra los conceptos de paz, bienestar, salud, salvación, justicia y comunidad. Así, la enfermedad la hallarás como debilidad, cansancio, falta de vitalidad, entre otras frases.
Y no tardarás en toparte con la palabra pecado como parte de enfermedad o anomalía. Así estar enfermo es cuando tienes un estado de debilidad absoluta que puede conducirte a la muerte.
Tanto la «muerte» de Adán como lo que se desató en el mundo como consecuencia del pecado están relacionadas con la enfermedad. Todo es consecuencia del pecado y de apartarse de la voluntad de Dios.
De allí que es que, como hijos de Dios, busquemos recuperar la salud, para recobrar la vida. Y nada mejor que ayudarnos con oraciones por la sanidad o por la liberación de la enfermedad que incluyan la confesión del pecado (Salmos: 38.2–5; 32.1–11; 103.3, et al.).
Versículos Bíblicos
Para que sigas profundizando esta visión bíblica y espiritual sobre la Sanidad, en esta parte te queremos orientar en la lectura de unos versículos de la Biblia que tocan de manera figurativa este tema. Conéctate en lo mas profundo de tu alma con Dios cuando los vayas leyendo. ¡Medita y sana!
En el Éxodo 15:26. Te alienta a escuchar con atención la voz del Señor tu Dios. Te toca actuar con proceder recto delante de sus ojos. Escucha atentamente sus mandamientos y cúmplelos a cabalidad. Dios no te enviará enfermedad alguna. Él te dice: Yo soy el Señor, tu sanador.
Con el Éxodo 23:25 encontrarás más mensajes sobre cómo servir a Dios para recibir sus bendiciones. nos dice: Yo bendeciré tu pan y tus aguas, y quitaré de ti toda enfermedad.
Al leer el Deuteronomio 7:15, conseguirás importantes declaraciones. El Señor alejará de ti toda enfermedad. No te enviará plagas malignas como las envió sobre Egipto. Ten calma, pues sí las enviará sobre todos los que te aborrezcan.
En Reyes 20:5 destaca el poder la oración, cuando el Señor te dice que ha escuchado tus invocaciones y ha visto tus lágrimas. ¡Te voy a devolver la salud, y dentro de tres días vas a ir a mi templo!
Con los Cánticos 41:3-4 Dios suavizará tus males mientras recobras la salud. Yo le pido al Señor que me tenga compasión, que me sane, pues he pecado contra él.
Y con los Versículos 147:3 el Señor reanimará a los descorazonados, y sanará sus heridas.
«La Sanidad En El Antiguo Testamento”
Queremos que sepas que la Sanidad es un tema que ocupa un lugar central en el ministerio de Jesús. Jesús responde a los enviados de Juan el Bautista con cuidados y milagros (Mt 11.4–6; Lc 7.22, 23).
En Mateos 12.28 y Lucas 11.20, leerás que Jesús hizo la promesa de que venía a representar el Reino de Dios en la tierra. Que venía a dominar las enfermedades y a los demonios y así Jesús inaugura el Reino de Dios y lo encarna.
Con las sanidades, Jesús muestra el poder y la compasión de Dios para liberarnos de toda clase de mal. Es el ministerio sanador de la Iglesia a través de los discípulos durante la vida y ministerio de Jesús:
Llamando a sus doce discípulos les dio autoridad sobre los espíritus mugrientos, para echarlos. Y así sanar toda enfermedad y toda dolencia … ¡Qué sanen los enfermos, que limpien a los leprosos! Resuciten los muertos, y fuera los demonios» (Mateo 10.1, 7, 8; Marcos 6.7–12; Lucas 9.1–6).
Ten presente que, a la luz del concepto de sanidad en el Nuevo Testamento, podemos llegar a cuatro conclusiones.
- Primero, que la predicación del evangelio es suficiente para efectuar sanidad.
- Segundo, los evangelizadores están dotados de poder sanador.
- Tercero, Dios obra sanidades en los ancianos y la oración de fe.
- Cuarto, existe un don específico que hace posible la sanidad. Se trata de la fe y el poder de la resurrección.
¿Cuál es su Fundamento Bíblico?
Ahora nos toca darte el fundamento bíblico para la Sanidad. Nuestra salvación en Jesús nos redime de la naturaleza y la maldición del pecado (Romanos 5:12; Gálatas 3:13-14; Deuteronomio 28:15-68).
Debes ver entonces que se trata de un pacto de salvación y paz, por medio de la palabra de Jesús. Recibe pues su plenitud y su paz plena, para que nada te falte, ni te sea incompleto.
Y verás que es indiscutible que Jesús sanó a las personas a lo largo de Su ministerio terrenal. Cuando leas la Biblia iras constatando que Jesús sanaba cumpliendo la voluntad de Su Padre (Juan 4:34; 174). Así, nuestra salud es la voluntad de Dios, porque es su deseo y potestad que Su pueblo esté bien (Éxodo 15:26).
Queremos que nunca olvides que la salud fue un elemento fundamental del ministerio de Jesús. Lee en Mateo 8:16-17 estas santas y sabias palabras:
Aquella noche, le llevaron a Jesús muchos poseídos. Los expulsó y sanó a todos los enfermos. Así se cumplió la palabra del Señor por medio del profeta Isaías, quien dijo: Se llevó nuestras enfermedades y quitó nuestras dolencias.
Debes notar que se trataba en muchos casos de enfermedades y padecimientos que no eran sólo espirituales. También eran físicas. Por eso la sanidad física era parte del cumplimiento de Isaías 53:5: Él fue aplastado por nuestros pecados. Fue golpeado para que nosotros tuviéramos paz. Fue azotado para ser sanados. (Lucas 4:18-19 y 1 Pedro 2:24).
No olvides que la sanidad es una parte esencial del camino de salvación. Y mantente alerta, pues es una señal que debes seguir si eres de los que creen (Marcos 16:15-18). ¡El poder de sanidad del evangelio está disponible para quien quiera verla!
Salmos de Sanidad
Queremos también dejarte algunos Salmos sobre Sanidad, y todos para que jamás olvides que Dios es sanador. Te dejamos esta breve guía para tu lectura y meditación.
Con el Salmo 41 conseguirás reconfortarte si estás luchando contra una enfermedad:
Bienaventurado el que tiene en cuenta a los débiles; Jehová lo libra en tiempos de angustia.
Te protegerá y preservará tu vida. Él es tu bendición la tierra y no te entregará a los enemigos.
El Señor será tu sostén en tu lecho de enfermo.
Invoca a Dios y con humildad, ruega por su piedad: ¡Sáname, porque he pecado! Todos mis enemigos susurran juntos contra mí. Se imaginan lo peor para mí, diciendo: “Una enfermedad vil lo ha acosado; nunca se levantará del lugar donde yace.”
¿Qué se Debe Hacer Para Alcanzar la Sanidad Interior?
Y para cerrar este artículo sobre Sanidad, queremos dejarte algunas notas sobre cómo puedes lograr sanación interior. Así podrás liberarte del mal y curar tus heridas emocionales. Estamos seguros de que anhelas saber cómo aliviar tus penas y tristezas.
Por lo que, es una necesidad que aprendas a reconocer tus heridas emocionales para que puedas recibir sanidad interior y liberación del Espíritu Santo.
No te estamos diciendo que debes olvidar un evento o trauma que te haya causado daño. Sino que debes estar consciente de la urgencia de recibir sanación y que el Señor quite esa espina en tu corazón. Y cuando ya hayas sanado, podrás ver todo de manera diferente, porque sanaste y podrás mirar tu pasado sin pesar.
Lee las siguientes líneas, ejercítalas y libérate de tus pesares:
- Resuelve tus sentimientos de culpa.
- Saca tus heridas a la luz de Jesús.
- Ejercita siempre el agradecimiento.
- Aparta el temor de tu vida.
- Entrégate al amor y confía en Dios.
- Enfocate en las soluciones y no en los problemas.
- Derrumba todo muro que te impida la luz y el poder del Espíritu Santo en tu alma.
Busca estar con la gente que amas, con quienes puede compartir una oración y meditar. Ten presente el inmenso poder sanador de estar cerca de la luz. La Biblia nos dice que necesitamos confesar nuestras faltas, heridas y debilidades unos a otros y orar para que seamos sanados.
¡Nos despedimos seguros que encontraste en este artículo todo lo necesario para que vivas en la plenitud y búsqueda de Sanidad durante tu día a día y lo hagas con todo tu corazón!