Fray Martín de Valencia fue un misionero franciscano, figura importante en la historia de la conquista y difusión de la Nueva España. De igual manera, fue líder de los Doce Apóstoles en México. No hay duda de que fue un gran devoto, lleno de energía durante los primeros años más difíciles para reprimir a los españoles desenfrenados.
Asimismo, en el presente artículo te contamos todo lo que necesitas conocer sobre Fray Martín de Valencia. Por tanto, si este tema es de tu interés, has llegado al portal indicado. En el presente artículo te decimos quién fue Fray Martín, su biografía, trayectoria y mucho más.
Tabla de Contenidos
¿Quién fue y Fray Martín de Valencia?
Fray Martín de Valencia fue la única persona de la organización «Doce Apóstoles de México» con noticias relativamente ricas, pues dos de sus asociados escribieron sus biografías. Es natural de Valencia de Don Juan en la provincia de León y jugó un papel importante en la historia del antiguo reino de Castilla y León.
Asimismo, se vistió con hábitos franciscanos e innovó en el Monasterio de San Francisco de Mayorga en la misma zona de Campos en la provincia franciscana de Santiago. Su maestro fue el célebre escritor de misterio Fray Juan de Argumanes, pastor del Observador de la Provincia de Santiago.
En la investigación de Fray Martín, leyó «Obediencia» (San Francisco con Cristo), que fue uno de los libros más leídos entre los observadores de la época. No sabemos nada de su educación, pero pudo aprender gramática y filosofía del propio Mayorga, donde los franciscanos estudian desde 1424.
Fray Martín es natural de Valencia de Don Juan España, fue llevado junto con otros 11 compañeros de su organización franciscana, elegido para predicar el evangelio en la Nueva España. Por su gran número de integrantes, la delegación fue conocida como la «Misión de los Doce Apóstoles» y arribó a la playa de San Juan de Ula, Veracruz.
Desde el principio, los franciscanos llamaron la atención de los indígenas con su estilo de vida pobre y humilde. Vieron que eran muy diferentes a los conquistadores. Según el padre Salvador Escalante en su libro «Frei Martín de Valencia», los frailes se cubrieron el cuerpo con lino áspero, corto y roto.
Finalmente, dormían sobre una estera con un montón de hierbas secas encima y un manto desnudo en la cabecera de la cama. Su comida siempre es racionada y escasa. Verlos caminar largas distancias descalzos, sonrientes, alegres, hablando y hablando con modestia, servicial y desinteresado.
Biografía de Fray Martín de Valencia
Fray Martín de Valencia nació en Valencia de Don Juan, España en 1474 y murió en Amecameca, México en 1534. Dirigió un grupo de misioneros franciscanos, los «Doce Apóstoles de México», que llegaron a la Nueva España en 1524.
En el mismo año que llegó, estableció la Provincia Evangélica de São, y ocho de sus diez años en México fueron sus principales superiores. Fundó el Monasterio de San Luis de Tramanalco y también fue el fundador de la segunda escuela de la nobleza indígena.
Aunque le resulta difícil aprender su lengua materna, está absorto en apóstrofes, especialmente en niños supersticiosos. Por su prudencia y entusiasmo apostólico, esto se debe a los brillantes logros de la Misión Franciscana del Nuevo Mundo.
En 1527, estaba a punto de abordar el barco que Cortés envió a Asia para ayudar a las tropas perdidas de Magallanes, Loaisa y Elcano, pero finalmente se rindió. Luego, en 1534, afectado por su salud, dimitió, se retiró y regresó al Monasterio de Tlalmanalco. De allí solía ir a Amecameca, donde se reunía en una cueva para rezar
Trayectoria
En 1523, el joven general de la parroquia Frei Francisco de los Ángeles le entregó el pontificio y se fue a Nueva España a predicar el evangelio a los indios. Llegaron a San Lucar de Barrameda el 25 de enero de 1524. El 12 de mayo del mismo año llegaron a Veracruz, de ahí a Tlaxcala.
Finalmente llegaron a la Ciudad de México en junio del mismo año, que ya estaba en pleno apogeo. Construida como ciudad española en el Nuevo Mundo. Esperándolos en la entrada: Hernán Cortés y su capitán en jefe con Cuauhtémoc, así como sus familiares, han sido bautizados por cristianos.
Les sorprendió el asombro de Cortés, y se bajó de su caballo y se arrodilló para besar el viejo y polvoriento hábito de doce religiosos descalzos. El grupo estaba presidido por un nutrido grupo del Convento de San Francisco, que todavía estaba en construcción en ese momento.
En el mismo año en que llegó, estableció la Santa Provincia Evangélica y sirvió como fideicomisario doce veces desde 1524 hasta 1530. También bautizó al jefe de guerra de Texcoco Ixtlixóchitl y sus vasallos. En una carta que le escribió al emperador Don Carlos el 17 de noviembre de 1532, le dijo que habían sido bautizados en 120.000 aborígenes.
En 1527, estaba a punto de abordar un barco de Cortés enviado a Asia para ayudar a los ejércitos perdidos de Magallanes, Loaisa y Elcano. Sin embargo, los cimientos de los pueblos y la doctrina plantean interrogantes, y no lo permiten. Fray Martín fue también el fundador de la segunda escuela de la nobleza indígena.
No pudo aprender su lengua materna porque carece de este talento, pero toma la vida como ejemplo. También fundó el Monasterio de San Luis de Tramanalco. Se retiraba al campo o vivía en una cueva, a menudo dejando al mundo para rezar solo. Se dice que cuando eligió un árbol verde como sombra, bandadas de pájaros acompañaron su temblor bajo su oración.
La Iglesia Cristiana y sus Grandes Personajes
La Iglesia cristiana es uno de los proyectos más relacionados con la utopía franciscana. Tomando como referencias las dos obras clásicas de John L. Phelan y Georges Baudot, se pueden resumir de la siguiente manera. Cuando los primeros franciscanos llegaron a México, se referían a la era apostólica de la iglesia, no solo como fuente de inspiración.
Su idea de la iglesia hindú fue diseñada para ser diferente. del europeo original Las “iglesias primitivas” manchadas por el cristianismo se reúnen. También, como escribió Mendiata, construyen “el mejor y más saludable cristianismo y policía del mundo universo”.
Asimismo, este proyecto tiene un significado único en la historia de Eclesiología. Vale la pena mencionar que en la era de la Iglesia Romana contra el movimiento protestante, Papas, obispos, clero-monjes mexicanos prestan especial atención a su contenido jurídico-jerárquico.
El concepto de iglesia, la era de los apóstoles, siguió de cerca las propuestas de los reformadores protestantes. Iglesia en su sentido La jerarquía-obispos, clero- ocupa el segundo lugar. El acento es propuesto por los monjes y debe ser transmitido a los indígenas en un sentido de servicio.
Fray de Valencia y el Tema de las Grandes Conversiones
En la imagen idealizada de la iglesia, el tema de la Gran Conversión ocupa un lugar relevante. Mendieta expresó sus más calurosos elogios por la época dorada de esa iglesia, y dedicó casi la mitad de los 60 capítulos de su tercer libro a «las grandes privaciones y las prisas», que se empezó a utilizar como sacramento. Bautismo y confesión.
Motolinía es la fuente de muchos de estos capítulos y tiene los mismos elogios. El último capítulo de su segundo ensayo «Historia de los nuevos indios españoles» termina con «una advertencia al conquistador y a todos los cristianos amigos de Dios canten himnos».
Asimismo, esta noción de adhesión cristiana al cristianismo por parte de los indígenas es relativamente tardía. Al contrario, los primeros escritos misioneros señalaron las grandes dificultades en este proceso de transformación. De manera estilizada pero muy clara.
Sahagún recogió en sus «Doce Palabras Habladas» recopilaciones de la oposición e indiferencia de sacerdotes y «faratineim» cuando se contactaron por primera vez con los franciscanos, muy antiguos. Estos formaron parte de testimonios. Otros documentos de esa época indicaron que la oposición entre el gobernante y el sacerdote aún existía durante el resto del siglo XVI.
Árbol de Oración de Fray Martín de Valencia
Aún se conserva el árbol donde rezó fray Martín de Valencia en el cerro del Sacromonte de Amecameca. Uno de los 12 frailes que llegaron a México desde España en 1524. En el atrio de la Iglesia del Señor Sacromonte, en el cerro Amecameca del mismo nombre, hay una estatua de Fray Martín de Valencia. Su propósito era la evangelización.
Después de vivir unos años en México, llegó al monasterio de Tlalmanalco, pero una vez fue a rezar al monte Sacromonte en Amecameca. Va a una cueva, muy por el propósito del servicio de Dios, ora allí, y luego va a un lugar con bosques frondosos. Entre esos árboles, hay un árbol muy grande, y pudo orar debajo.
Cuando Fray Martín comenzó a rezar, llegaron innumerables aves a este lugar, y su canto les hizo vivir en armonía. Cuando terminó su oración, el pájaro también voló. Hasta ahora, el árbol ha sido protegido con metal para cubrirlo. Sin embargo, se ha deteriorado y solo se pueden ver troncos secos.
¡Esperamos haber aportado a tus conocimientos con éxito!
